Apía Eje Cafetero

Si llegas a Apía “llevas el viento en la camisa…”, literal y metafóricamente hablando. En el 'Corazón de los Vientos' todo el año sopla la brisa de montaña, por lo que se le puede considerar como uno de los mejores lugares del Eje Cafetero para emprender vuelo en parapente. Aunque espera, puede que ésta sea una de sus mejores cartas de presentación, pero este bello pueblo tiene algunas más bajo la manga.

Veamos su arquitectura. Fuera de las calles pavimentadas u otros edificios de ladrillo, muchas de las casas de Apía aún se mantienen en pie tal como fueron construidas hace más de un siglo, siendo fieles a su identidad y estilo colonial antioqueño. Entonces las fotos no se hacen esperar, nomás bajar del jeep o del bus colectivo, los visitantes desean retratar al detalle las puertas, ventanas, los balcones colmados de flores, los amplios aleros y los patios interiores. Ni que decir de las nubladas montañas y los verdes campos que rodean el vecindario.

En su baraja de posibilidades también hay para consentir el paladar. Justo cuando el recorrido por el pueblo nos lleva hasta el mediodía y aprieta el hambre, salen al rescate el fiambre apiano, la gallina enterrada, las truchas asadas y unas recetas de campo que guardan celosamente toda la tradición de la olla y los sartenes antioqueños. Para quemar esas calorías sobrantes, Apía te tiene recorridos por el campo de hasta 4 kilómetros por caminos de arriería, veredas y fincas agroturísticas.

Dicho esto último, recomendamos fuertemente que visites la granja San Isidro que no es otra cosa que una colorida y preciosa hacienda vinícola a la mejor usanza de fonda antioqueña, donde podrás probar vinos de innumerables frutos del campo. La juguetona brisa que acaricia los cultivos de la granja, a mayores alturas cobra fuerza y velocidad inflamando de valor a los que desean despegar en parapente. Así que si te antojas de su intrepidez, la finca La Tebaida, en la vereda San Carlos, te aguarda para que toques el cielo.

Y como para mantener ese ritmo de adrenalina no estaría nada mal ir al encuentro del rapel y el torrentismo en una excursión hacia la cascada La Popa, en la vereda Valladolid. Mejor si vas acompañado de un guía experimentado y con la ropa adecuada: el acceso a la cascada es de mediana exigencia y puede tomarte buena parte del día. Otra caída de agua ideal para la práctica de este deporte es la cascada del Sarzo. El mismo nombre lo recibe un espectacular mirador natural que junto al El Vesubio son las dos cimas que ofrecen la mejor panorámica de los ríos, valles, campos y poblados cercanos.

El As de Corazones de Apía en esta aventura lo encontramos en sus parques y reservas naturales que comprenden un grueso número de hectáreas protegidas. Así tenemos parques como Agualinda y el Parque Regional Natural Cuchilla de San Juan uno de los grandes atractivos para turistas nacionales y extranjeros que vienen en búsqueda de contacto natural y de una imperdible oportunidad para avistar aves que son únicas en su tipo. Pero el comodín de esta colección natural tiene nombre propio y se llama Parque Natural Nacional Tatamá, una impresionante extensión de bosques nativos que tienen influencia en varios municipios, incluyendo buena porción del territorio apiano. Si bien su nombre en embera chamí significa “Abuelo de los ríos” puede también describirse de otra manera: exuberante.