Religión en el Eje Cafetero

La camándula y el canasto fueron y son inseparables en el campo. Cada mañana los buenos hombres y mujeres del Eje Cafetero inician sus faenas a Dios dando gracias por la luz de un nuevo día en este paraíso terrenal. La fe cristiana está presente en la mayoría de los actos de su diario vivir, otra razón más para entender la sensibilidad, amabilidad y hospitalidad que estas buenas personas prodigan a los visitantes

Y si bien en el Eje Cafetero hay espacio para otras confesiones (comunidades protestantes, por citar un ejemplo), el cristianismo, en cabeza de la Iglesia católica apostólica romana, es la religión que tiene un mayor vínculo histórico con los primeros habitantes de la región, detalle que se avisa desde la retícula española, la planificación urbana más presente en los primeros asentamientos del Nuevo Mundo, donde la iglesia y la plaza mayor ocupaban el centro de toda actividad y posterior desarrollo.

Así pues, muy cerca de toda agitación política, comercial y social, los líderes religiosos católicos velaban por mantener el fervor religioso en lo alto. Situación que no ha mermado en la actualidad, o si no hay que ver un municipio como Salento, que hoy en día puede recibir hasta 80.000 personas para las procesiones de Semana Santa.

Por esta y otras razones más, miles por año se acercan a la alternativa del Turismo Religioso que permite apreciar obras de arte centenarias, vivir gratificantes experiencias religiosas con las fiestas patronales de la región y conocer el nutrido grupo de santos cafeteros que sirve para muchos propósitos desde proteger el transporte público, sacarte de la pobreza y hasta para ayudar a conseguir marido a las señoras pasaditas de años.

Dicho lo anterior, valga la mención de la rica Semana Santa que puedes vivir en la región cafetera. Esta espiritual celebración incluye representaciones infantiles en Pereira, procesiones con interpretaciones en vivo en Armenia y música religiosa a cargo de la filarmónica de Manizales bajo las solemnes formas de su Catedral Basílica. Si eres cristiano o no, estar presente no tiene pierde. Este tipo de eventos entre conciertos, procesiones y actos litúrgicos son todo un remanso para el alma.

El turismo religioso también es buena excusa para disfrutar de las natillas y los buñuelos o acompañar a las familias en las novenas navideñas; en Semana Santa esta excusa culinaria también dice presente, y con nuevos ofrecimientos. Entre chicharrones, papitas fritas, exquisitos dulces y mucha fruta madura se acompañan las procesiones en plazas, pueblos y calles de las principales ciudades.